jueves, 24 de junio de 2010

Sucesos interesantes


Hoy concluyó un evento deportivo que mantuvo a los fanáticos (como yo) y a los no fanáticos del tenis, atentos durante 3 días espectantes preguntándonos cómo terminaría. Un partido que rayó en lo mágico, en lo increíble, en lo sublime.
Inició el martes y terminó hoy. El coraje y la entrega mostrada por 2 tenistas, uno de ellos ni siquiera aparece en el ranking mundial, me hizo reflexionar en el poco esfuerzo que a veces ponemos algunas personas para lograr nuestros objetivos. Damos la espalda a lo que queremos cuando se nos presentan obstáculos en el camino, o cuando las cosas se ponen demasiado difíciles pensamos si valdrá la pena el esfuerzo en relación con el logro obtenido.
Durante 11 horas y 5 minutos (se suspendió martes y miércoles por falta de luz), 2 guerreros inquebrantables lucharon por alcanzar, no un campeonato, sino sólo el pase a la siguiente ronda del torneo de Wimbledon. El cansancio era evidente, pero así como se iban acumulando los minutos jugados, también iba creciendo el respeto mutuo y de todos los que tuvimos la suerte de ver ese partido.
Se batieron varios récords: El juego más largo en la historia de todos los Grand Slams, el quinto set más largo, duró 491 minutos; 215 "aces" , número de juegos jugados en un set, 68-70.
No cabe duda, fuimos testigos de un gran evento que pasará a la historia, pero más allá de lo deportivo, rescatemos lo que motivó a cada uno de ellos para no desfallecer, ver más allá de lo inmediato, trascender.
John Isner pasó a la siguiente ronda, sólo 2 juegos de ventaja le dieron el triunfo.
Nicolás Mahut y John Isner ganaron el juego de tenis más largo de la historia, John Isner y Nicolás Mahut ganaron un lugar en la inmortalidad. "Lo mejor está por venir"

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