lunes, 28 de junio de 2010

Simplemente..... Teresa de Calcuta

Para mucho mas




PARA MUCHO S

Era una fría noche de invierno; en la cama nos apretujábamos mis hermanos y yo.
Recuerdo a mi hermana mayor, que en ese tiempo era una adolescente de 14 años, tomándose muy en serio su papel de "madrecita" y me acurrucaba entre sus brazos para  proporcionarme calor.
En la habitación contigua mi madre atendía a mi hermana recién nacida, había nacido tan pequeñita, que mi deseo de vengarme de ella por haberme "desplazado" del cariño de mis padres se iba esfumando poco a poco. Creo que también el coscorrón que me dio mi hermano  cuando me encontró  sobre la  cama donde dormía tratando de despertarla influyó en mi decisión.
Apenas tenía 5 años, pero esa noche en especial es uno de mis recuerdos más perdurables.
Recuerdo la canela caliente que  nos preparó mi madre, pintadita con leche, y el trozo de pan recién horneado. No había para más, pero la sensación de hambre no tenía cabida en nuestra casa pues la calidez de mi hogar se metía por todos los poros de la piel y se extendía por todo el cuerpo; cualquier sensación de vacío era más que imposible.
Hornear pan, para la práctica de mi madre, obedecía a varios motivos; el horno encendido proporcionaba calor a la casa, y con lo pequeña que era se cumplía el objetivo; ahorrar un poco en el gasto, y creo que el más importante para ella, mantenerme ocupada y callada (cosa por demás difícil), por un rato al menos. Me daba un trozo de masa, me enseñó a amasarla por largo rato para que el pan se esponjara y rindiera mucho, pero todo esto, me dijo, se debía hacer en completo silencio, pues si el que amasaba hablaba en demasía la masa se "vaciaba" y el pan quedaba fofo.
Todavía ahora a pesar de los años transcurridos, cuando preparo masa lo hago en silencio,  aunque mi madre me convenciera hace ya  mucho que nada tiene que ver esa práctica, si el pan me sale mal se debe a mis pocas habilidades de repostera.

Recién había pasado la Navidad, y mi posesión más valiosa me esperaba para jugar una vez más al día siguiente, un juego de té tipo antiguo, de plástico pintado de plateado, que yo juraba despedía destellos cuando la luz lo tocaba. Ese había sido mi único juguete recibido. No había para más.
Conforme la noche avanzaba, el frío se hacía más intenso. Mi padre llegó a la casa con la nariz enrojecida y las manos heladas, agradeciendo la taza humeante que mi madre le entregó. Apresuradamente me dirigí hacia donde guardaba la caja con mi juego de té, le entregué la jarra a mi madre quien puso una poca de canela en ella, con mucha ceremonia, coloqué las pequeñas servilletas  que mi Mamá Cuca me había tejido para colocarlas sobre el platito plateado y servir el té "Como Dios manda" y con mucho cuidado serví una pequeña cantidad en dos tacitas, tal como ella me había enseñado; pacientemente mi padre tomó el té que le serví, y escuchó la perorata que le lancé durante unos minutos, antes que  una de mis hermanas viniera a salvarlo de tal tormento.
Luego de un rato me dormí acurrucada en los brazos de mi hermana, me parecía divertido compartir la cama con  mis hermanos, no sabía que eso que veía como un juego no era otra cosa que la falta de cobijas para abrigarnos.  No había para más.
Desperté cuando mi madre me movió y me dijo que me apresurara a levantarme, todavía adormilada sentí que me colocaba el gorro y la bufanda  tejidos por ella, me colocó varios suéteres, hasta que estuvo segura que no sentiría frío, pero que casi no me dejaban moverme. Había tanta exitación que tuve miedo, pero no dije nada; en la puerta apareció mi padre y corrí hacia él ya totalmente despierta,  le tomé de la mano apretándola por el temor que sentía.
Cuando abrió la puerta hacia la calle, vi el espectáculo mas bello que hasta ese momento había visto, un manto blanco lo cubría todo, levanté la vista y vi que del cielo caían numerosas mariposas blancas que al llegar al suelo se fundían con la alfombra blanca que se hundía bajo mis  pies. ¡ Es nieve ! me gritaban mis hermanos divertidos por  mi cara de asombro.
Durante la noche había comenzado a nevar, mi padre nos despertó a las 2 de la mañana para que disfrutáramos algo que era inusual en nuestra ciudad.
No sentí frío aquella madrugada, sino un intenso placer al ver  la nieve por primera vez. La probé, la dejé deshacerse entre mis dedos, jugué y corrí como loca detrás de mi perro y de mi familia, vi el rostro de mi madre por la ventana sonreírnos y levantar a mi hermanita para que "observara" el hermoso paisaje. Hicimos un muñeco de nieve al que le colocamos un viejo sombrero de mi abuelo.
A la mañana siguiente me desperté muy temprano, no quería perderme un minuto de diversión. Miré a mi padre irse al trabajo, tenía ojeras por lo poco que había dormido.
Nunca olvidaré esa noche, nunca olvidaré esa aventura que inició con 5 chiquillos apretujados en una cama y que terminó con las mejillas sonrosadas por un intenso frío, bebiendo  unas tazas de caliente canela pintadita con leche en la madrugada.
Esa noche entendí que había para más, para mucho más...............

jueves, 24 de junio de 2010

Sucesos interesantes


Hoy concluyó un evento deportivo que mantuvo a los fanáticos (como yo) y a los no fanáticos del tenis, atentos durante 3 días espectantes preguntándonos cómo terminaría. Un partido que rayó en lo mágico, en lo increíble, en lo sublime.
Inició el martes y terminó hoy. El coraje y la entrega mostrada por 2 tenistas, uno de ellos ni siquiera aparece en el ranking mundial, me hizo reflexionar en el poco esfuerzo que a veces ponemos algunas personas para lograr nuestros objetivos. Damos la espalda a lo que queremos cuando se nos presentan obstáculos en el camino, o cuando las cosas se ponen demasiado difíciles pensamos si valdrá la pena el esfuerzo en relación con el logro obtenido.
Durante 11 horas y 5 minutos (se suspendió martes y miércoles por falta de luz), 2 guerreros inquebrantables lucharon por alcanzar, no un campeonato, sino sólo el pase a la siguiente ronda del torneo de Wimbledon. El cansancio era evidente, pero así como se iban acumulando los minutos jugados, también iba creciendo el respeto mutuo y de todos los que tuvimos la suerte de ver ese partido.
Se batieron varios récords: El juego más largo en la historia de todos los Grand Slams, el quinto set más largo, duró 491 minutos; 215 "aces" , número de juegos jugados en un set, 68-70.
No cabe duda, fuimos testigos de un gran evento que pasará a la historia, pero más allá de lo deportivo, rescatemos lo que motivó a cada uno de ellos para no desfallecer, ver más allá de lo inmediato, trascender.
John Isner pasó a la siguiente ronda, sólo 2 juegos de ventaja le dieron el triunfo.
Nicolás Mahut y John Isner ganaron el juego de tenis más largo de la historia, John Isner y Nicolás Mahut ganaron un lugar en la inmortalidad. "Lo mejor está por venir"

miércoles, 16 de junio de 2010


CONFÍA


Las cosas pasan a una hora determinada.
Exactamente cuando deben pasar!
En los momentos felices, ama a Dios.
En los momentos difíciles, busca a Dios.
En los momentos de silencio, adora a Dios.
En los momentos dolorosos, confía en Dios.
En todo momento, agradece a Dios.


lunes, 14 de junio de 2010

¿Sabias que?

¿Sabías que?
Los premios Oscar de la Academia de Artes y Ciencias cinematográficas de Hollywood recibieron ese nombre porque en 1931 Margaret Herrick, quien posteriormente sería presidenta de la academia, comentó al ver la estatuilla: "wow, se parece a mi tío Oscar"

Lola

LOLA

La canasta era pesada, y más pesada se sentía cuando se llenaba de desesperanza. Lola era la niña que vendía por las tardes pan casa por casa; pasaba por mi calle gritando: “pan ranchero calientito”. El sabor era riquísimo, con un leve gusto a anís y a pueblo.
Recuerdro que esperábamos ansiosamente los martes y jueves, pues esos días llevaba los rellenos de nata.
Lola era de esas joyas que estaban colocadas en un estuche equivocado,- al menos eso decía mi padre- era vivaz, simpática y de conversación amena; no sólo vendía pan, también vendía trozos de sus sueños.
Algunas veces le decía a mi madre que le hubiera gustado tener una familia como la nuestra, con padres y hermanos, otras nos comentaba que sus abuelos (con los que vivía) le habían prometido que pronto la visitaría su madre; la misma que la había abandonado casi recién que nació para ir tras de los jirones de vida que le había dejado el último hombre que le había jurado amor eterno. Pero esa visita nunca llegaba, y como estrella fugaz, así pasaba una sombra por su mirada, pero así de inmediato la cambiaba por su sonrisa fresca y llena de ilusiones.
Nunca dejaba de soñar, como nunca dejaba de llevar su canasta de un lado para otro, cargándola con esfuerzo, pero no se quejaba; decía que sus abuelos le daban una parte de lo que vendía para “juntar lo suficiente para pagar el precio de sus sueños”.
Mi hermana mayor le rogaba a mi madre que adoptara a Lola, de hecho le rogaba que adoptara a todo ser viviente que veía desvalido; y creo que en algún momento mis padres consideraron esa posiblidad, les entristecía pensar qué futuro le esperaba a esa criatura tan llena de ganas de torcerle la sonrisa al destino.
Recuerdo una ocasión cuando hicieron la lista de cosas que necesitaban sus 7 hijos para el regreso a la escuela, agregaron a Lola y le compraron todo lo que necesitaba, no olvido su cara de sorpresa, alegria, asombro e incredulidad cuando mi madre le entregó las bolsas con las compras. Y no olvido tampoco su cara de tristeza, desencanto y frustración cuando sus abuelos la acompañaron para dar las gracias y regresar lo mismo que un día antes había recorrido el camino hacia su casa. No hubo explicaciones, no se dieron ni se pidieron, se respetó la dignidad de un par de viejos que con la cabeza en alto defendieron el privilegio que la vida les había dado por partida doble, dar la red y no el pez. Ya aprendería ella –dijeron, sin necesidad de andar aceptando dádivas.
Nunca entendí porque, pero a partir de ese día las visitas de Lola fueron cada vez menos, nunca dejó de sonreír ni de contar sus anhelos, pero de a poco nos tuvimos que acostumbrar a no escuchar su vocecita gritando “¡pan ranchero calientito!”, extrañamos el sabor a anís y a pueblo.
No sé si logró dejar atrás la canasta. Cuando pienso en ella pienso en su cara sonriente e ilusionada cargando las bolsas con los regalos de mis padres, pienso en Lola cargando su futuro, pagando el precio por alcanzar sus sueños, tal como nos decía ella, con lo que “juntaba” vendiendo pan ranchero calientito……….




sábado, 12 de junio de 2010

Luz Interior



Pedro Ferriz de Con es un excelente comunicólogo Mexicano.
Espero les guste
LUZ INTERIOR

Pedro Ferriz de Con
Estoy preocupado por lo que veo...
El hombre está metido en una problemática cotidiana tan intensa, que se está olvidando del valor esencial de la vida.
El dinero es la medida de la satisfacción, es el objetivo a alcanzar.
La estabilidad emocional va en función de la economía. Incluso la salud acaba rendida ante su potestad.
Qué hay que hacer de manera cotidiana para ser feliz?

1.- OIR MUSICA todos los días... De la que sea, la que te mueva los sentimientos. La música es, con la oración, el puente vibratorio mas eficaz para conectar con Dios. Un día sin música es como un día sin agua.

2.- SE POSITIVO. Cuando tengas ante ti un escenario de duda... "piensa bien y acertaras". Atrae el optimismo, que el pesimismo llega solo.

3.- REZA todos los dias. Háblale a Dios para que te escuche. Yo rezo porque, digamos que tengo un buen socio.

4.- Habla BIEN de todos. Si te conduce una platica a denostar una persona o grupo, asegúrate que esté presente para que argumente en su defensa. Y asegúrate si es verdad lo que van a decir.

5.- SE JUSTO. Cuando te propongan una injusticia, no la tomes. Si te trae un beneficio, piensa que es aparente. Si no están claros los argumentos... busca la verdad.

6.- LEE todos los días. Aunque sea un párrafo. Los libros traen riqueza interior. Satisface tu curiosidad. El que no lee, recicla sus pensamientos. Sacude el ambiente viciado de las ideas!

7.- ENRIQUECE tu vocabulario. Usa sinónimos. Muestra tu cultura. A cada concepto, una palabra. A cada vocablo un sentimiento.

8.- RIE a diario. Reír es casi igual de importante que llorar. Llora lo mas que puedas. La risa y el llanto se llegan a tocar en la alegría. La nobleza se basa en externar sentimientos.

9.- SE CONSTANTE con aquellos que amas. También en tus odios. Por lo general lo que amas guarda sus razones. Lo que odias tendrá un porque. No ocultes tus afectos ni rechazos. Se transparente.

10.- Mantén despierto el INTERES. Siempre hay algo que aprender. A cualquier edad y condición. Deja que el espíritu se asome por tus ojos, por tu pensamiento. La inteligencia es curiosa. La ignorancia, perezosa.

El hombre muere cuando se cansa de vivir.
Haz que se vea fácil lo difícil.
Piensa en el regalo que representa tu existencia.
Vive en PAZ y veras tu entorno.
No guardes nada oscuro en tu corazón, ni remordimientos ni arrepentimientos, ni envidias ni frustraciones o apegos...
NUNCA PIERDAS LA FE. Aprende a fluir... Como la luz!

viernes, 11 de junio de 2010

COMIENZA EL MUNDIAL



Copa Mundial de Fútbol de 2010
La Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010 (FIFA World Cup South Africa 2010 en inglés) es la XIX edición de la Copa Mundial de Fútbol. Se está llevando a cabo desde el 11 de junio y finalizará el 11 de julio, siendo la primera vez que este torneo se disputa en África y por quinta ocasión en el hemisferio sur.
Doscientas cuatro de las doscientas ocho asociaciones nacionales adheridas a la FIFA se inscribieron para participar en el proceso de clasificación realizado entre mediados de 2007 y fines de 2009, para poder determinar a los treinta y dos equipos participantes en la fase final del torneo. El campeonato estará compuesto de dos fases: en la primera, se conformarán ocho grupos de cuatro equipos cada uno, avanzando a la siguiente ronda los dos mejores de cada grupo. Los dieciséis clasificados se enfrentarán posteriormente en partidos eliminatorios, hasta llegar a los dos equipos que disputarán la final en el estadio Soccer City de Johannesburgo.
Previamente, el país anfitrión organizó la Copa FIFA Confederaciones 2009 en las ciudades de Port Elizabeth, Bloemfontein, Johannesburgo, Pretoria y Rustenburg.
Fuente: Wikipedia





martes, 8 de junio de 2010

El inconsciente


Las mañanitas de Abril


Dicen que no hay lunas mas hermosas que las lunas de Octubre, ni mañanas mas lindas que las mañanas de Abril.
La luna siempre me ha cautivado, sea del mes que sea, sin embargo no es la luna la que ha acudido a mi encuentro al apagar la luz y dejar que mis recuerdos dancen alrededor mío.
Cuando era niña, en mi ciudad había una tradición que esperábamos con ansia en el barrio: Las mañanitas de Abril.
Todavía las sombras de la noche no se escondían y ya una maraña de cabezas a medio peinar y ojos medio dormidos se amontonaban buscando  un poco de calor en la fresca madrugada. Risas solapadas, murmullos, empujones eran el preludio de toda la energía contenida que se dispararía apenas llegaramos al bosque cercano.
La aventura se repetía día con día, durante todo el mes. No había nada extraordinario salvo la extraordinaria experiencia de sentirnos vivos, libres y extremadamente felices.  No había restricciones, límites ni miedos, las únicas recomendaciones que nos hacían nuestros padres eran, "te comes todo lo que llevas", "no rompas el pantalón", "no pierdas la chaqueta".
Lo que más disfrutábamos era ver el amanecer, cansados, sudorosos y orgullosos de ir tachando en el calendario cada día, y mostrando cada magulladura, raspón o herida aderezada con una que otra mentirilla para hacerla más interesante.
El único peligro que corriamos era encontrarnos con las parejas de adolescentes más osados que se atrevían a dejar los grupos para internarse en un juego de abrazos y besuqueos.
No recuerdo en que momento esa tradición fué perdiéndose, ni cuando fué la última vez que yo participé; tal vez he borrado ese recuerdo pues no quiero enfrentar un bosque más obscuro que el de mis aventuras. Al dejar que se perdiera, dejamos también que se perdiera la inocencia, instalamos el miedo en lugar de la emoción, cerramos la puerta a la libertad y le pusimos cerrojo.
Me siento afortunada de haberlas vivido, pero culpable por no haberlas mantenido. Es ahora cuando evoco esos momentos que me pregunto, ¿Dónde quedaron esos niños aventureros?, sin miedos, sin arrepentimientos, sin ataduras.
¿Cuándo volveré a sentir ese aroma a inocencia?. ¿Cuántos girones de mi espíritu quedaron entre las ramas de ese bosque?
¿Cuándo mi ciudad volverá a vivir una limpia mañanita de Abril?



sábado, 5 de junio de 2010

Sabías que......

En Junio de 2008 el príncipe Carlos de Inglaterra pagó una deuda de 453 libras. Esta deuda la había contraído hace más de 350 años  uno de sus antepasados; el rey Carlos II con una empresa dedicada a la confección de uniformes militares en Worcester.
Sin embargo, Carlos se negó a pagar los intereses que ascendían a aproximadamente 47000 libras

viernes, 4 de junio de 2010

POLLITO

fotografía "niño alcanzando la luna" de Luis Javier Munoz
"Ayer fuí a la luna, le dí la vuelta 2 veces, le arranqué un pedazo de una mordida, pero no me gustó; sabía a queso rancio y polvo de estrellas." Así me lo contó pollito, mi amigo de juegos hace muchos años cuando todavía me gustaba brincar en un pie y tenía la mirada transparente.
Pollito era un torbellino de energía,  jugabamos carreras a ver quién llegaba primero hasta el árbol pinabete de la vecina; generalmente me ganaba.

A veces nos tomabamos de la mano y veíamos al cielo, pero no por romanticismo, sino para ver quién veía primero una estrella fugaz y torcerle el dedo meñique al otro; hasta hoy sigo pensando que la más de las veces me hizo trampa por el puro placer de verme brincar de dolor mientras él reía a carcajadas.
Era muy popular en la cuadra, cuando nos cansabamos de ser libres, nos sentábamos en la orilla de la calle junto con todos los amigos del vecindario rodeándolo para escuchar sus historias. Nos contaba de sus múltiples aventuras, de los viajes que hacía y los sitios que visitaba, todo aderezado de detalles que nos transportaban a todos al mismo lugar.
Nunca dudamos de la veracidad de sus relatos, ¿cómo podíamos hacerlo?, era nuestro héroe.

Con orgullo nos mostraba las heridas que él mismo se hacía en las piernas para comprobar que era invensible, y con asombro veíamos los verdugones en su espalda que le dejaban los golpes de la correa que usaba su madre, desesperada por no poder evitar que su hijo se hiciera daño.

Yo le enseñé a bailar, le enseñé como moverse al compás de la música, cómo darse vuelta despacito para no caer. Pronto mejoró la técnica y bailaba con un ritmo que más de uno le envidiaba.

Sabía todas las respuestas, y todas nos satisfacían. Sin embargo las únicas preguntas que nunca pudo responder fueron las que, a solas y a obscuras se hacía a sí mismo al final del día.
¿porqué a él? ¿cómo se sentiría ser libre? ¿cómo se sentiría sentir?

Después de un frío invierno, Pollito desapareció de mi vida. Finalmente su espina bífida, esa que lo tenía atado a una silla de ruedas desde el nacimiento, y que le había quitado la sensibilidad del cuello hacia abajo, le había cobrado su factura. La última vez que lo ví iba camino al hospital, me sonrió, miró al cielo y torció mi dedo meñique.

De cuando en cuando lo recuerdo. Todavía lo extraño; pero si de pronto observo el cielo, escucho despacito en mi oído "Ayer fuí a la luna, le dí vuelta dos veces.................................




jueves, 3 de junio de 2010

Mamá Cuca


Mi Mamá Cuca (la  mamá de mi padre) era menudita, pequeña, como una varita de huizache, pero inteligente y con una fortaleza de roble. Nunca  fué a la escuela, a ella la educaron como correspondía a las "niñas bien" de su época; una institutriz le enseñó a bordar, a llevar una casa con mano firme, a tocar el piano y cantar como soprano. No sé si la institutriz se lo enseñó; pero también aprendió a nunca contradecir a su marido (mi abuelo) y a siempre salirse con la suya.
La revolución la sacó de golpe de la burbúja de cristal que era su vida, y la enfrentó a la realidad cruda y despiadada que le dió la fuerza (creo yo) que más adelante la distinguiría.
Su padre fué fusilado por los revolucionarios, pues era funcionario del gobierno y su madre murió más tarde, tal vez de puro pesar o de puro asombro, pues no estaba preparada, ni tuvo las agallas para vivir su desgracia.
A mi abuela y a sus hermanos los repartieron en las casas de los parientes que supieron hacerse del lado conveniente y no perdieron su riqueza. Y la que estaba acostumbrada a dormir en sábanas de lino, tuvo que acostumbrarse a ser la dama de compañía de una prima rica.
Todo esto nos lo platicaba mi Mamá Cuca sin resentimiento, más bien lo contaba como si fuera una aventura que le hubiera tocado vivir.
Ella me enseñó a fumar a los 11 años, cigarro de hoja, el cual hacía siguiendo un ritual que no modificaba.
Fué el artifice de una de las épocas más felices de mi vida. Cierro los ojos y veo su cara y puedo oler su aroma.
Al final de su patio lleno de plantas, había una banca sombreada por una enredadera de parra y ahi nos sentabamos a platicar, después de hacer "todo lo que una mujer debía de hacer" claro; pero lo que más me gustaba era sentarme en el suelo y recargar mi cabeza en su regazo y quedarnos en silencio dsifrutando la nada.
Ningún libro me ha enseñado lo que me enseñó mi Mamá Cuca, en nungún lugar he aprendido lo que aprendí con ella. Me enseñó a estar, a ser. Gracias a ella disfruto la soledad y el silencio. Gracias a ella aprendí a ver la luz al final de la obscuridad, a adaptarme a lo mucho y a lo poco.
Espero al final del día mirar hacia atrás y disfrutar al igual que ella la maravillosa aventura de la vida.

GRACIAS MAMÁ CUCA

martes, 1 de junio de 2010

MIS PRIMEROS RECUERDOS

Hay momentos en que mi mente se sube al tren de los recuerdos y me lleva a una pequeña casa donde se mezclan los aromas de la cocina de mi madre con el bullicio de 7 hijos sentados alrededor de la mesa, esperando ansiosos la salida de las deliciosas tortillas de harina acompañadas de unos frijolitos recién cocidos y un huevo con salsa que, de solo recordar se me hace agua la boca. A ese bullicio se sumaba el de el loro que también esperaba su ración y el de todos los "agregados", amigos de mis hermanos o primos que nunca faltaban. Estos recuerdos forman parte escencial de mi vida; soy lo que soy ahora por lo que viví ayer.
Mas...¿Qué son los recuerdos? ¿Qué maquinarias mueven dentro de cada uno de nosotros? ¿Qué nos lleva a evocarlos de cuando en cuando? ¿Tienen voluntad propia y van y vienen sin que podamos hacer nada por detenerlos?
Mis recuerdos son mi piel, mis raíces, parte de mi espíritu. No vivo en el pasado; disfruto de él, vivo mi presente y amaso mi futruro.
Y para tí......¿Qué son los recuerdos?