Un hermoso poema a propósito de la semana santa
Tú eres el manantial donde yo bebo,
tú eres la fuente que me da la vida,
catarata de agua cristalina
donde van, mi esperanza, mis anhelos...
Tú eres la luz a la que yo camino,
y la ternura que mi ser anhela,
llamarada de amor que el alma espera,
¡ único faro que guía al peregrino...!
Y en la tormenta y en la noche oscura,
si arrecia el vendaval y el alma llora
¡ cómo se llora, cuándo se llora a solas,
sólo tu luz y el manantial perduran...!
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