miércoles, 30 de marzo de 2011

Los Bisquets quemados

Gracias a mi amiga Tere por este lindo escrito que comparto con ustedes
 
Bísquets Quemados


Cuando era niño recuerdo una noche en particular, cuando Mamá después de un largo y duro día en el trabajo puso para la cena un plato de huevos, salchichas y bísquets muy quemados frente a mi padre.  Recuerdo estar esperando ver si alguien lo notaba!  Sin embargo, aunque mi padre lo noto, alcanzo un bísquet, sonrió a mi madre y me pregunto cómo me había ido en la escuela.

No recuerdo lo que le conteste, pero si recuerdo verlo untándole mantequilla y mermelada al bísquet y comérselo todo. Cuando me levanté de la mesa esa noche, recuerdo haber oído a mi madre pedir disculpas a mi padre por los bísquets quemados.  Nunca voy a olvidar lo que dijo: "Cariño, me encantan los bísquets quemados."

Más tarde esa noche, fui a dar el beso de las buenas noches a mi padre y le pregunté si a él le gustaban los bísquets quemados.  Él me abrazo y dijo: "Tu mamá tuvo un día muy duro en el trabajo, está muy cansada y además  un bísquet un poco quemado no le hace daño a nadie.” 


La vida está llena de cosas imperfectas y  gente imperfecta. Yo no soy  el mejor en casi nada,  me olvido  de los cumpleaños y aniversarios como todo el mundo. Pero lo que he aprendido con los años, es que aprender a aceptar los defectos de cada uno de nosotros   y decidir celebrar cada una de las diferencias de los demás  es una de las cosas más importantes para  crear una relación sana y duradera... donde un bísquet quemado no va a romper un corazón.

Podríamos extender esto a cualquier tipo de relación. De hecho, la comprensión es la base de cualquier relación, ya sea esposo-esposa o padre-hijo o cualquier tipo de amistad! 

"Así que por favor ¿me pasas un bísquet? y, si es el quemado....... está bien"
   

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