jueves, 27 de enero de 2011

Felicidades mi princesa






Eres un remanso de ternura, y un pozo de infantil sabiduría. 
Mi pequeña princesa que me enseñó que el amor verdaderamente se puede medir con dos vueltas y media, de ida y regreso hasta la luna. 
Cuando naciste, el corazón me dió un vuelco mitad de miedo, mitad de gozo porque hasta entonces sabía lo que era el amor de hija, el amor de esposa, el amor de madre; pero no sabía como era el amor de abuela y tu me diste la enorme dicha de descubrirlo.
Escuchar tu risa, conversar contigo, abrazarte, se han convertido en alimento para mi espíritu.
Recuerdo cuando te escuché cantar por primera vez, cuando llegaste y me mostraste que a tus 5 años ya podías leer "perfectamente" según me dijiste al leer las palabras que tu papi muy orgulloso te mostraba.
Te quiero tanto Mariana,  cuando miro tus ojos tan profundos, cuando te observo como pequeña madrecita cuidando a tus hermanos, siento que recorro un camino de esperanza,   un viento de añoranza  mece mis cabellos, un aroma de paz llena mis sentidos.
Dios te bendiga mi niña, mi princesa, mi aliento
¡Feliz cumple Mariana!


viernes, 14 de enero de 2011

Felicidades mi Alex

Veo tu cara y mi corazón late en dos direcciones, la del gozo por tenerte a mi lado
y la de la melancolía, pues tu rostro es el vivo retrato de tu padre;
y tu carácter me recuerda sin cesar a tu querido tío.
Hoy celebramos que hace 3 años Dios nos envió una mirada suya
que tomó forma de un torbellino de ternura y energía llamado Alex.
Te amo tanto mi niño, con ese amor que se goza y duele;
con ese amor que impulsa y paraliza.
Cuando me observas y me preguntas ¿estás un poquito feliz?
Cuando me abrazas, cuando tus pequeñitos brazos rodean mi cuello y me
dices que tu también me quieres, entonces el mundo no me parece tan malo.
entonces el sufrimiento cesa y un rayito de esperanza aparece en esos ojos
tuyos llenos de picardía y de inocencia, entonces puedo esperar que  mañana,
sin duda, ¡ Mañana sí que será mejor! 

Feliz cumpleaños Alejandro






martes, 11 de enero de 2011

Todo pasa





Muchas gracias a mi querida Chichus por este regalo maravilloso que me dejo en la casa de Martabum y que quiero compartirlo.
No cabe duda que Dios nos pone a las personas adecuadas en los momentos precisos para hacernos sentir en toda su magnitud el infinito amor que nos tiene.

Todo Pasa

 
Hubo una vez un rey que llamó a los sabios de la corte para darles un encargo:

- Me estoy fabricando un precioso anillo de oro con un gran diamante. Abajo del diamante, quiero guardar algún mensaje que me ayudará a mi y a todo hombre en los momentos difíciles de la vida. Obviamente, tiene que ser un mensaje pequeño para que quepa en el anillo.

Todos esos sabios eran grandes eruditos. Podrían haber escrito grandes tratados sobre cualquier tema. Así que, pusieron sus mentes a trabajar.

Durante un año, pensaban y debatían. Buscaban en todos sus libros. Consultaron a otros sabios en países lejanos. Pero no podían encontrar nada. Y tuvieron que reportar su falla al rey.

Cuando reportaban esto, estaba presente un anciano sirviente de la familia real, conocido por su devoción al misticismo. Éste intervino diciendo:

- Oh, Majestad, No tengo estudios, no soy un erudito, ni un académico. Pero creo tener lo que le servirá. Y el anciano místico escribió algo en un diminuto papel, lo dobló y se lo dio al rey, diciendo:

- Pero no lo leas ahora. Mantenlo escondido en el anillo. Ábrelo sólo cuando todo lo demás haya fracasado, cuando no encuentres salida a la situación.

Ese momento no tardó en llegar. El país fue invadido y el rey perdió el reino. Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida y sus enemigos lo perseguían. Eran pocos sus seguidores y los perseguidores eran numerosos. Se sentía desesperado y al punto de rendirse.

De repente, se acordó del anillo. Sacó el papel y allí encontró su pequeño mensaje, lo que decía simplemente:

"ESTO TAMBIÉN PASARÁ"

Aquellas palabras le resultaron milagrosas. Le inspiraron nueva fe y coraje. Redobló sus esfuerzos y escapó. Al fin de un año, logró reunir a sus ejércitos y reconquistó el reino.

Y el día que entraba de nuevo victorioso en la capital, hubo una gran celebración en el palacio con música, bailes, comida, etc. El Rey presidía las festividades desde su trono, sintiéndose muy orgulloso de sí mismo.

El anciano místico se acercó y le dijo:

- Este momento también es adecuado: vuelve a mirar el mensaje.

- ¿Qué quieres decir? -preguntó el rey-. Ahora estoy victorioso; la gente celebra mi regreso; no estoy desesperado; no me encuentro en una situación sin salida.

El anciano respondió: - Ese mensaje no es sólo para situaciones desesperadas; también es para situaciones placenteras. No es sólo para cuando estás derrotado; también es para cuando te sientes victorioso.

El rey abrió el anillo y leyó el mensaje: "ESTO TAMBIÉN PASARA”.

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